La mHealth, una realidad del presente sobre los cimientos de la Protección de Datos del futuro

El 12 de enero de 2015 la Comisión Europea hacía públicos los resultados de la encuesta pública que lanzó en abril de 2015 al respecto de la Sanidad Móvil (mHealth).

Con la Salud Electrónica se quiere dar un paso más a la asistencia sanitaria tradicional, utilizando para ello las tecnologías de la información, con un claro propósito, mejorar productos, servicios y procesos sanitarios. En definitiva, el bienestar de los europeos a través de dispositivos móviles.

En la consulta pública se invitaba a los ciudadanos europeos a presentar sus opiniones sobre once temas relacionados con el uso de la mHealth en Europa. Los temas a opinar estaban, en su mayoría, relacionados con la protección de datos, incluida la seguridad de los datos de salud, la situación actual del marco jurídico aplicable de la UE, la seguridad del paciente y la transparencia de la información, así como la interoperabilidad entre los diferentes agentes intervinientes.

Se han obtenido un total de 211 respuestas diferentes provenientes de autoridades públicas, profesionales sanitarios, asociaciones de pacientes y empresarios del sector. El mayor número de respuestas provienen de Bélgica (47), Reino Unido (26), Alemania (20) y Francia (19). La Comisión recibió 19 respuestas de fuera de la UE, incluyendo 8 de los Estados Unidos (parece que los españoles todavía tenemos asignaturas pendientes). De todas las respuestas, la privacidad y seguridad del paciente, así como la definición de un marco jurídico claro son los aspectos que más preocupan a los encuestados.

La creación de fuertes herramientas de seguridad, como pueden ser el correcto cifrado de los datos y un buen sistema de identificación y autenticación son, para para casi el 50 por ciento de los encuestados, algo clave para construir la confianza de los usuarios. Asimismo, para el mismo número de encuestados, es importante establecer un sistema reforzado de cumplimiento de las normas en materia de protección de datos, dando relevancia a la transparencia de información al paciente

Para 71 de los encuestados la importancia radica en que bien sea a través de la legislación o  la autorregulación, se deben establecer los requisitos de rendimiento y seguridad así como las normas de responsabilidad aplicables a estas aplicaciones. Cuestiones sobre la que los empresarios del sector hacen hincapié, pues consideran difícil el acceso al mercado debido a la falta de un marco regulatorio claro, la interoperabilidad y criterios comunes de calidad.

Otro de los puntos a tener en cuenta, para una quinta parte de los encuestados, es el coste- efectividad de la mHealth, cuestión que se podría resolver gracias a las 21 opiniones vertidas sobre estudios realizados en los países nórdicos que han demostrado que la mHealth podría generar una reducción del 50-60 por ciento en las noches de hospital y volver a la hospitalización para los pacientes con Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica. Asimismo, algunos estudios estiman que la mHealth podría reducir el gasto general de atención a los mayores en un 25 por ciento.

Dentro de las sugerencias realizadas por los encuestados encontramos algunas interesantes, como por ejemplo la necesidad de que a través de la UE y medidas nacionales se garantice la interoperabilidad de soluciones mHealth con registros electrónicos de salud (EHR) para la continuidad de la atención y para fines de investigación, y que profesionales sanitarios, cuidadores y usuarios deben participen activamente en el co-diseño de soluciones mHealth.

Los deberes que se ha marcado la Comisión Europea para el curso 2015 son, principalmente, discutir con las partes interesadas las opciones de medidas políticas, en las que están  la legislación, por cuenta propia o de co-regulación y marcar directrices de política.

En Horizonte 2020 ya existen una serie de acciones de apoyo a la implementación mHealth en Europa.

Está claro que la mHealth es ya una realidad en el sector sanitario, ahora tenemos por delante la tarea más difícil, ponernos de acuerdo para conseguir que la protección de datos sea la piedra angular en todo el proceso asegurando así la privacidad de nuestros datos por encima de todo.