Fuente: Inteco
Hace unos días se informaba, a través de distintos medios de comunicación, de uno de los mayores robos de datos de la historia. Los datos de aproximadamente 130 millones tarjetas de crédito y débito pasaron fraudulentamente a manos indebidas. El robo se le atribuye a un joven de 28 años residente en los Estados Unidos y a otros dos socios que operaban con él.
Uno de los aspectos de la seguridad de la información en los que se está realizando una mayor labor de sensibilización es el de las buenas prácticas y comportamientos seguros. Mantener unos hábitos prudentes y responsables en la navegación por Internet y, al mismo tiempo, establecer una serie de medidas que respalden las técnicas de seguridad con las que contamos en nuestros ordenadores.
En general, los datos de las cuentas bancarias y tarjetas de crédito son los más apreciados por los estafadores. Para ello los estafadores atacan habitualmente a los usuarios, uno de los eslabones de toda la cadena de la telecomunicación. Con este objetivo utilizan varios mecanismos, entre los que destacan:
• Infectar el ordenador del usuario con códigos maliciososos (malware) del tipo de los virus o troyanos u otras familias. Éstos están diseñados para capturar las contraseñas y datos del banco de los usuarios al realizar un trámite.
• Por otro lado también utilizan la ingeniería social, normalmente mediante correos electrónicos fraudulentos. Con ellos se redigirige al usuario a páginas que intentan suplantar la identidad del banco del usuario o de una página de comercio electrónico (phishing), donde capturar las contraseñas del usuario o infectar el sistema.
Para evitar estos hechos lo mejor consiste en disponer de un buen balance entre medidas técnicas y comportamientos seguros para estar protegidos frente a este tipo de amenazas. Para ello nada mejor que acercarse a la Oficina de Seguridad del Internauta, y a su sección de trámites en línea para estar informados. Podemos destacar las siguientes medidas y hábitos de seguridad fundamentales en trámites electrónicos:
• Utiliza contraseñas seguras para evitar que puedan suplantar tu identidad.
• Al terminar cierra tu sesión. Evitaras que alguien pueda acceder a tus cuentas a continuación tuya.
• En la medida de lo posible no utilices ordenadores públicos para este tipo de gestiones.
• Ante cualquier sospecha, no dudes en ponerte en contacto con tu banco o comercio.
Sin embargo, en el caso concreto que nos ocupa, y una vez que ya se ha producido la obtención fraudulenta de los datos, por más que se trate de establecer un comportamiento seguro, los datos y dinero del usuario quedan desprotegidos frente a los ladrones. En esta ocasión las medidas de seguridad que se pueden tomar entran dentro del apartado de las medidas reactivas frente a esta situación.
En España las pautas a seguir frente a estos hechos pasan por cambiar inmediatamente las contraseñas de dichos servicios, vigilar con atención los movimientos de las cuentas asociadas al fraude, y ante el menor indicio de que ocurre algo extraño, ponerlo en conocimiento de la propia entidad financiera y de las autoridades.
Para ello, y en caso de haber sido víctima de un fraude es conveniente poner inmediatamente la denuncia correspondiente. Para realizarlo los usuarios pueden ponerse en contacto con la Brigada de Investigación Tecnológica de la Dirección General de la Policía, que opera las 24 horas, en el teléfono 91.582.29.00 o por correo electrónico. También se puede realizar la denuncia frente al Grupo de Delitos Telemáticos de la Dirección General de la Guardia Civil.
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