Fuente: ADN
La AEPD considera que la medida podría ser "desproporcionada e intrusiva". Uno de los aparatos colocados por el centro vigila el acceso a dos baños "muy problemáticos"
La Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) considera que la colocación de 24 cámaras en el instituto público Abastos de Valencia y la instalación de tornos con reconocimiento de huellas dactilares para controlar los accesos al centro podrían ser medidas "desproporcionadas e intrusivas para la privacidad de los alumnos" y, por ello, ha abierto una investigación para "esclarecer si ha existido vulneración de la Ley Orgánica de Protección de Datos (LOPD)".
El director de la AEPD, Artemi Rallo, ha ordenado "que se inicien de oficio actuaciones de investigación", según explica la agencia en un comunicado.
Aprobado por unanimidad
Protección de Datos cree que "la ubicación de cámaras de videovigilancia en zonas como los baños del centro educativo" y "la utilización de la huella dactilar [dato biométrico que permite la identificación de las personas] como medio para controlar el acceso" de los alumnos "podrían ser constitutivas de infracciones graves y muy graves de la LOPD.
El director del Instituto Abastos, Alberto Pérez, confirmó el lunes que el Consejo Escolar de centro - que representa a padres, profesores y personal no docente- aprobó el pasado 9 de abril por unanimidad la instalación del sistema de videovigilancia y el de acceso mediante tornos. Pérez informó de que las cámaras instaladas en el centro, incluida una en el acceso a dos baños considerados "muy problemáticos", está en funcionamiento desde el principio de curso.
"Una prisión"
En las instalaciones estudian 1.300 alumnos de edades entre los 11 y los 40 años, puesto que en el instituto se cursan también estudios de ciclo medio y superior y bachilleratos.
El director del instituto insistió en que de 24 baños que hay en el centro únicamente se controlan dos, y que las cámaras en este punto se han instalado "respetando las zonas delicadas". Pérez aseguró estar muy satisfecho del resultado de la medida hasta el momento e indicó que desde el mes de octubre se última la puesta en marcha del sistema de control de accesos.
El Sindicat d'Estudiants denunció el viernes en un comunicado la instalación de las cámaras y los dispositivos de acceso y acusó a la dirección del centro de convertirlo "en una prisión" y de tratar a los alumnos como "delincuentes juveniles". |